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El Congreso Nacional de Medio Ambiente destaca la gestión de envases de Compañía Cervecera en La Graciosa


Cervecera de Canarias - 30 de noviembre, 2018


El Congreso Nacional del Medio Ambiente (Conama 2018) ha seleccionado el proyecto de gestión de envases implantado por Compañía Cervecera de Canarias en La Graciosa como uno de los casos de éxito en lo que a la implantación de la economía circular en la industria agroalimentaria se refiere.

Este encuentro, que celebró esta semana su 14 edición en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, está considerado como el evento ambiental de referencia en España, en el que colaboran más de 450 empresas, administraciones, universidades, centros tecnológicos y entidades del tercer sector y que en la última edición superó los 7.000 participantes.

Organizado por la Fundación Conama, entidad independiente que actúa como referente en materia de sostenibilidad en España, Conama 2018 ha servido de punto de encuentro para la puesta en común de conocimientos y experiencias de gestión ambiental, al mismo tiempo que ha permitido impulsar redes de colaboración para avanzar en el desarrollo sostenible en España e Iberoamérica.

Bajo el lema Rumbo 20.30, Conama 2018 apostó en esta edición por acelerar el proceso de transición ecológica y avanzar hacia la sostenibilidad. Para ello, expertos del sector abordaron los diferentes ámbitos implicados en esta materia, entre los que se incluyen la energía y el cambio climático, la movilidad, la renovación urbana, el desarrollo rural, la biodiversidad, el agua, la calidad ambiental, los residuos, así como el impacto económico y social de dichas acciones.

La participación de Compañía Cervecera de Canarias se enmarcó dentro del grupo de trabajo  sobre economía circular en la industria agroalimentaria, coordinado por Ecoavantis. De esta forma, la entidad dio a conocer el proyecto pionero que puso en marcha el pasado verano dirigido a la mejora de la gestión de envases en La Graciosa, centrado en la sustitución de las botellas de cerveza de un solo uso que se envían a la isla por envases retornables.

Tal y como puso de manifiesto en su intervención el responsable de Asuntos Corporativos de Compañía Cervecera de Canarias, Luis Durango, la iniciativa permitirá una reducción de más de 31.000 kilogramos de residuos al año de vidrio, cartón y plástico. Una acción que, destacó, representa un importante impacto en un territorio pequeño como La Graciosa, de apenas 30 kilómetros cuadrados, con una población de 700 personas pero que soporta una importante carga turística, con 144.000 visitantes en el último año. A ello se suma, además, la condición de doble insularidad de la isla, que exige que la mercancía se someta a doble transporte marítimo para su traslado desde la fábrica hasta el punto de venta.

Durango dio a conocer los detalles del proyecto, que ha sido posible gracias a la puesta en marcha de una operativa que contempla el transporte de las botellas retornables llenas desde las fábricas de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife hasta los establecimientos hosteleros de La Graciosa que reciben la mercancía. A esto se suma el posterior retorno de dichos envases vacíos hasta su fábrica de origen, en donde se someten al correspondiente tratamiento para su reutilización.

Durante la presentación de la iniciativa, puso de manifiesto que esta acción está en línea con las prácticas de sostenibilidad que Compañía Cervecera de Canarias viene implementando desde hace 16 años. Un aspecto que calificó de prioritario, teniendo en cuenta que su actividad se lleva a cabo en un territorio especialmente sensible, como son las islas, con una superficie reducida y alejadas del continente.

En esta línea, la entidad desarrolla un modelo económico basado en la reutilización, el reciclaje y la eliminación de residuos. Esto ha permitido que el 59% de sus ventas se materializan a través de envases retornables, convirtiéndose en uno de los grupos referentes a nivel nacional, teniendo en cuenta que la media del sector se sitúa en el 47%. Este formato cuenta entre sus ventajas la generación de menos emisiones, al mismo tiempo que exige menos recursos para su fabricación.

A esto se suma la puesta en marcha de iniciativas que reduzcan la cantidad de materiales usados en la fabricación de sus envases y embalajes, la valorización de sus desechos, así como acciones  dirigidas a la mejora de la eficiencia en el consumo energético y de agua.

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