Con su pico máximo a 807 metros de altitud, nadie pensaría en incluir a los miradores de Fuerteventura en su Top Ten de cosas por hacer en la Isla. No obstante, calzarse unas buenas deportivas, guardar una cerveza bien fresquita en la mochila, y observar la rosa de los vientos desde las alturas es uno de los mejores planes para apreciar la geografía majorera. Por eso, si eres de aquellas personas que han dejado sus vacaciones para el final y ahora van dando envidia a toda la oficina, que sepas que septiembre es uno de los mejores meses del año para visitar la isla más antigua del Archipiélago y, de paso, sus más que recomendables miradores.
Uno de los más famosos es el de Morro Velosa, en el centro de la Isla, en el Parque Rural de Betancuria. Se trata una obra del artista César Manrique, desde la que podrás observar la Montaña Sagrada de Tindaya, así como la costa y otros volcanes. Además, muy cerca encontrarás el Mirador de Guise y Ayose, otro imperdible, y podrás reconocerlo porque lo coronan las dos grandes estatuas de estos antiguos reyes de Maxorata.
Para una vista privilegiada de la costa, lo mejor es acercarse al desconocido Mirador El Salmo, ideal para contemplar las Playas de Sotavento, al sur de la Isla, y sucumbir a la paleta de azules y verdes que se desplegarán ante tus ojos y se mezclarán con el característico color amarillo de sus kilómetros de arena.
Si continúas más al sur, déjate envolver por el aura mística de Cofete y haz una parada en el Mirador de los Canarios. Y si consigues sortear los embates del viento y llegar hasta la orilla, ver la playa de cerca también es un planazo. Las historias de submarinos y refugios secretos te atraparán en sus doce kilómetros de playa. Sin duda, una de las mejores imágenes a grabar en la retina, ya sea desde abajo, o desde las alturas.
Si, por el contrario, lo que buscas es un plan romántico para observar a 360 grados el cielo, haz una visita nocturna al Mirador Astronómico de Sicasumbre, también al sur. En el caso de que llegues antes de que anochezca, podrás disfrutar del Parque Natural de Jandía, el Monumento Natural de Montaña Cardón, la Montaña Hendida o la Degollada del Viento. Ya en la noche, asómate al balcón majorero de las estrellas por excelencia y disfruta del silencio de la noche.
Sentirse dentro de un cuadro es la descripción más próxima que podemos dar a la experiencia de visitar esta Reserva de la Biosfera y, además, explorar sus miradores. Y es que sus extensas llanuras y variados tonos tierra crean una perfecta armonía, que sin lugar a duda hace justicia al sobrenombre de “la Isla tranquila”.
¿Los conocías todos? 🙂