Este 9 de septiembre (9 del 9, por los meses del embarazo) se celebra el Día Mundial del Síndrome Alcohólico Fetal, un día de sensibilización internacional sobre el Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal.
El consumo de alcohol durante el embarazo puede producir retraso mental y malformaciones al nacer, junto a otras complicaciones físicas y psicológicas, y este trastorno prevenible llega a afectar al 1% de la población de los países de la Unión Europea.
En Compañía Cervecera estamos comprometidos con la idea de crear conciencia y desalentar el consumo de alcohol entre las mujeres embarazadas y hoy es una buena ocasión para reflexionar sobre las medidas a tomar para prevenir la aparición de los síntomas relacionados con el síndrome alcohólico fetal. Por eso, apostamos por un consumo responsable y participamos en campaña como la de Un embarazo SIN de Cerveceros de España, en colaboración con la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), cuyo objetivo es concienciar a las embarazadas sobre la incompatibilidad del consumo de alcohol durante el periodo gestacional.
La causa de los trastornos provocados por el Síndrome Alcohólico Fetal (SAF) es la alteración de una familia de proteínas que favorece la supervivencia de las neuronas y que en el período de formación fetal pueden ser destruidas por el alcohol. El embrión o el feto alcanzan la misma alcoholemia (gramos de alcohol por litro de sangre) que la madre, ya que el etanol pasa sin dificultad la barrera placentaria.
Este etanol disminuye la cantidad de glucosa, importante para la alimentación fetal y, además, produce una alteración en las cadenas de aminoácidos que configuran las proteínas que forman los tejidos: dependiendo del momento de gestación se afectarán distintas cadenas proteicas.
El alcohol es perjudicial en cualquier etapa del embarazo y, dependiendo de la etapa de la gestación, se originarán trastornos y malformaciones en los tejidos y en los órganos que se están formando en ese momento. El riesgo de daño cerebral existe en cada trimestre, ya que el cerebro fetal se desarrolla durante todo el embarazo.
A pesar de que el nivel mínimo de alcohol no peligroso no está determinado, sí existen evidencias científicas de que a mayor tiempo y cantidad de ingesta de alcohol por parte de la madre el cuadro será más completo y las alteraciones más graves y menos reversibles.
Con esta iniciativa reafirmamos nuestro compromiso con la prevención de los casos de abuso y consumo inadecuado de sus productos y renovamos nuestra apuesta por los programas educativos y preventivos como los mejores canales para hacer llegar a la población mensajes sobre consumo responsable.
