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El periplo de Colón pasó por Canarias


Cervecera de Canarias - 11 de octubre, 2018


El día 12 de octubre de 1492, la expedición capitaneada por Cristóbal Colón llegó a la isla de Guaraní, en el archipiélago de las Bahamas. Sin que ellos lo supieran, acababan de descubrir un nuevo continente. Más de 400 años después, el 12 de octubre sería convertido en un día de celebración en España y muchos países latinoamericanos: Día de la Hispanidad. Pero, ¿qué ocurrió antes?

El Archipiélago canario fue el último puerto de Europa en el viaje de Cristóbal Colón hacia el nuevo mundo. El 3 de agosto de 1492, las carabelas Santa María, La Pinta y La Niña partieron de Palos de la Frontera con destino a las Islas Canarias, para después partir en busca de una ruta alternativa hacia Las Indias.

Hay dos motivos que convirtieron a las Islas Canarias en zona de paso obligatorio en la ruta hacia el nuevo mundo. Por un lado, por su situación geográfica, al estar en el centro de las corrientes de los Alisios y, por otro lado, por ser el último bastión occidental de Europa.

Precisamente desde las islas partieron las primeras semillas de caña de azúcar y platanera hacia Las Indias. Lo mismo ocurriría con animales como el cerdo, la cabra, el perro y la oveja, que pronto se extenderían también por las Antillas. Por el contrario, la papa americana pasaría por las Islas Canarias, donde se aclimataron rápidamente, antes de ser exportadas a toda Europa.

Además, muchos canarios acabaron embarcándose en estos viajes que terminarían fundando ciudades como Buenos Aires, Santa Marta, Caracas, Montevideo o La Habana.

Pero, ¿qué hizo Colón en las islas? El marino genovés permaneció en el Archipiélago unos treinta días, desde el 7 de agosto al 6 de septiembre de 1492, tiempo que dedicó a resolver toda suerte de imprevistos: problemas de navegación de una de sus carabelas, un cambio de última hora de los aparejos de una segunda… pero, especialmente, dedicó su tiempo a evitar deserciones, manteniendo unidas a unas tripulaciones que no le eran especialmente afectas, por lo que, se cuenta, fue un tiempo lleno de tensiones e inseguridades.

Colón supervisó la reparación de la Pinta y contempló otros arreglos en la Niña, en Gran Canaria y en el tiempo que permaneció en La Gomera, se dice que mantuvo conversaciones con vecinos de San Sebastián de la Gomera y, también, con dos personas procedentes de El Hierro que eran en ese momento invitados de Inés Peraza. Unos y otros le relataron a Colón cómo en dirección de poniente solían ver y desaparecer tierra firme…

Además, se cuenta que el almirante fue testigo de una erupción volcánica que sucedió en la isla de Tenerife pero el volcán no era el Teide, se llamaba Boca Cangrejo: «Y pasó aquella noche cerca de Tenerife, de cuya cumbre, que es altísima, se veían salir grandísimas llamaradas de lo que maravillándose su gente les dio a entender el fundamento y la causa de tal fuego, aduciendo al respecto el ejemplo del monte Etna en Sicilia, y de otros muchos montes, donde se veía lo mismo. Pasada aquella isla, el sábado 25 de agosto llegaron a Gran Canaria…». 

Aún hoy podemos pisar en Gran Canaria la antigua casa del gobernador, al que Cristóbal Colón pidió ayuda para reparar La Pinta de los daños sufridos en la travesía desde la península. Este edificio conserva zonas originales del siglo XVI y está considerado de gran valor histórico.

También en La Gomera podemos ver la Casa Colón, lugar ideal para descubrir por qué este personaje histórico sentía debilidad por la isla colombina. La Casa cuenta con mucho material arqueológico e histórico, que permite hacer un recorrido a través de La Gomera de la época.

¿Has estado en algunos de estos lugares que se asocian con Cristóbal Colón? Cuéntanos.

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