Viva la vida es el nombre de un cuadro, un bodegón, que la pintora mexicana Frida Kahlo creó poco antes de morir, en 1954.
Es la obra que inspiró la famosa canción con el mismo nombre del grupo inglés Coldplay, un canto precisamente a la vida y las ganas de vivir en recuerdo a una artista que fue capaz de poner ese nombre a su cuadro en un momento en el que lo estaba pasando tan mal.
Hoy, Viva la vida se ha convertido en una de las frases más reconocidas de la gran artista, recordada en gran parte por sus autorretratos y por una trayectoria y una obra que son hoy todo un ejemplo de libertad, inteligencia y personalidad.
Entre las muchas cosas por las que es recordada esta pintora es por su amor a la cerveza, uno de esos productos que también nos recuerda que la vida está para ser vivida.
Decía la artista mexicana, en otra de sus frases más recordadas, que “cada tic-tac es un segundo de la vida que pasa, huye, y no se repite. Hay en ella tanta intensidad, tanto interés, que el problema es sólo saberla vivir. Que cada uno resuelva como pueda”.
Kahlo, descendiente de emigrantes alemanes, demostró siempre su pasión por vivir, por el buen vivir, y por gozar de los placeres de la vida, como el que proporciona la cerveza. En una fotografía tomada en 1935 aparece, precisamente, sujetando una cerveza mientras comparte mesa con su abuela y su madre.
Su vinculación a esta bebida hizo que incluso fuera imagen de una campaña de una cervecera mexicana, que no dudó en aprovechar la relación entre la cerveza y Frida Khalo para pedir a los mexicanos algo que la artista siempre practicó: “Vive como piensas”.
Desde aquí nos sumamos también a ese amor por la vida y brindamos con una buena cerveza para que todos podamos vivir siempre según lo que creemos, tal y como nos sugirió Frida Khalo.
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